top of page

Pozos Azules: La Importancia de conservar el Medio Ambiente

Hace mucho tiempo que tenía el deseo de conocer los Pozos Azules en la Sierra de las Ánimas. Por temas de tiempo y de estudio no se me podía concretar, hasta que por fin pude cumplir este sueño.

La Sierra de las Ánimas tiene varios atractivos como el Cañadón de la Palma y la Cascada del Venado. En esta ocasión aproveché para visitar la imperdible atracción de los Pozos Azules.

Estos Pozos estuvieron cerrados al público durante mucho tiempo, pero gracias a Red Ánimas pude acceder a este lugar emblemático que mucha gente quiere conocer.

Este ecosistema es inmenso, con una variedad altísima de plantas y montes nativos, el cual hace años atrás, más de 40 personas intentaban llegar al lugar.

Buscando una solución a las necesidades del público, surge el grupo Red Ánimas, que con un trabajo sólido y responsable en el cuidado ambiental nos da el permiso de acceder.

Lo que le da origen al nombre Sierra de las Ánimas se origina de un resplandor fosforescente que en la noche emite huesos y se pueden ver desde lejos por su brillo en la oscuridad. Ese resplandor se debe a que habitaban almas de indios charrúas que sufrieron muchas injusticias y durante los combates perdían su vida, según la leyenda.

A este Cerro vino Charles Darwin, naturalista y creador de la teoría de la evolución, que se interesó por las distintas especies vegetales y animales autóctonos en 1832.

En 1973 se colocó la bandera de Uruguay y pasó a llamarse Mirador Nacional, por ser los 100 años de la primera Constitución del país.

Rumbo a Los Pozos


Partimos en grupo temprano desde la Terminal de Ómnibus de Pan de Azúcar. La ciudad nos recibió con un clima agradable. No sé quién estaba más entusiasmado, los guías, que contagiaban su pasión por lo que hacen, o nosotros, que queríamos conocer la magia del lugar.

A medida que íbamos llegando nos íbamos familiarizando, poco a poco, con los armónicos e intensos sonidos serranos. Dejamos los autos en una estancia autorizada por los organizadores y comenzamos la aventura.


A medio camino, mientras parábamos para descansar, nos topábamos con diferentes campos privados, cuya forestación era diferente, dependiendo de las preferencias del propietario. Muchos viajeros veían por primera vez en su vida los montes autóctonos del Uruguay en su máxima expresión.

Durante el recorrido los guías nos contaban que el cerro cuenta con varias piscinas naturales, cuyas aguas provienen de las lluvias que circulan por la quebrada.


Nuestra cara de sorpresa era indescriptible, parecíamos estar viviendo otra realidad, alejados de la civilización, todos con espíritu relajado, yendo derechito a unos pozos donde sabíamos que íbamos a encontrar luz.

Aprovechamos para hacer algunas paradas para reconocer montes como el tembetarí, monte autóctono con espinas. En ese momento decidí hacer una parada más larga para fotografiarlo. Luego me llevó un poco de trabajo encontrar nuevamente al grupo, que me había sacado mucha ventaja, pero valió la pena.


Fueron 45 minutos de tensión para mí, estaba en el medio de un campo que desconocía totalmente, pero alcancé al grupo, que había hecho una parada de descanso.

Físicamente estaba cansado para un trayecto de 7 horas como este, por lo cual el grupo decidió permanecer un poco más de tiempo en descanso para que yo me recuperara. ¡Se lo agradecí en el alma!


A una amiga le pasó que se olvidó en un punto de parada su mochila, ya se imaginarán los nervios que pasó, pero en fin, al mal tiempo buena cara y la ayude a encontrarla en la vuelta.

Cuando llegamos a los Pozos Azules, decidimos descansar lo más posible para no hacer tantas paradas al volver. Pero la emoción era tan grande que queríamos quedarnos a vivir ahí.


En los Pozos, es todo una maravilla, su agua cristalina y pura que hace que te sientas en un retiro espiritual único. A partir de ahí fue un descubrimiento tras otro, su historia, sus leyendas, todo contado por lo guías que estaban orgullosos y amaban su trabajo por la ecología y el medio ambiente.

El camino es intenso, principalmente si no estás acostumbrado a caminar tanto, pero el propio grupo te anima a que sigas.


Te recomiendo que veas como está el clima para el día en que vas a hacer tú visita. Lleva una mochila ligera con agua, alimentación y alguna fruta.

Ya desde antes de llegar quedas sorprendido, todo lo que habías visto en fotos frente a tus ojos en vivo y en directo, la belleza del ecosistema y sus colores. Pestañeas y piensas, lo logré, estoy aquí.


Si te animas a subir al otro lado del pozo, te quedas extasiado y queriéndote quedar el mayor tiempo posible. A todos nos pasó que tuvieron que empujarnos para seguir adelante y salir del lugar porque no nos queríamos ir.

Vuelves con una energía increíble, tratando de recordar todo aquello que el guía te explica, con un estado de ánimo que no se puede explicar, pero al ser demasiada información es imposible.


La próxima parte de la aventura, comer un asado. No sabía que esperar, decir que la gente de pan de azúcar es amable, cariñosa, que te ayuda sin importar quién eres tú, además de cocinar delicioso.

Toda una experiencia caminar por los Senderos de la Ánimas, quede maravillado con su biodiversidad. Una maravillosa inspiración para los amantes de la naturaleza.

Tenía mi cara llena de recuerdos maravillosos que me hacen sonreír. Dejar una tierra y un grupo donde hice amigos excelentes, que me acogió con tanto cariño, con la promesa de volver a seguir contagiándome de esa mística, quedándome con ganas de conocer más.

Commentaires


  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon
bottom of page