top of page

Queguay: Una Joya Entre los Ríos del Litoral

Muchas veces pasa que, existe algún atractivo que opaca considerablemente a los otros, en zonas turísticas. Esto genera que hayan lugares que están impresionantes y no sean tomados en cuenta por los viajeros o turistas cuando tienen pensado viajar a un lugar determinado.

El Río Queguay y su cascada es uno de esos casos. Gran parte de los atractivos que nos regala el impresionante departamento de Paysandú pasan desapercibidos y quedan olvidados en un pequeño rincón del territorio termal o en el más allá de la heroica.

Es común que los viajeros lleguen a Paysandú y se pregunten, todo el tiempo, por la Semana de la Cerveza. Se programen para visitar las termas, sus atractivos más populares y dejen de lado algunos lugares que no tienen desperdicio.

Queguay significa "río donde confluyen los ensueños". Esta área protegida se puede disfrutar a pie o vía marítima, pudiendo disfrutar de uno de los montes nativos más exuberantes del Uruguay. En este caso yo elegí salir de mi zona de confort y gracias a Amandayé Ipegua yo pude disfrutar las calmas lagunas en un entorno ideal para el disfrute de la vegetación y el deporte aventura.


Que comience la aventura


Llego al pueblo Lorenzo Geyres, pernocto la primera noche y nos levantamos todos en la madrugada para ir al punto de partida, donde nos esperaban con nuestras embarcaciones ahí. Llegamos al comienzo del río, hicimos los últimos aprontes y largamos.

El paisaje es impresionante, en varios puntos hicimos paradas para descansar y disfrutar de su fauna y flora autóctona.

Múltiples hechos que marcaron la historia del Uruguay ocurrieron en este escenario. Por esta razón este lugar tiene un valor histórico, cultural y arqueológico.

Los últimos charrúas vivieron en los bosques de Paysandú. Si nos vamos a orillas del Queguay, vamos a encontrar el rancho donde la esposa de José Artigas vivió sus últimos años, la paraguaya Melchora Cuenca.

El Río Queguay posee una extensión de 20.000 hectáreas aproximadamente llenas de pajonales, bañados, cursos fluviales y lagunas. También hay montes ribereños como bosques de cerritos asociados y sierras basálticas, como también chircales y arbustales. Desde el año 2014 forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Este río se extiende desde la Cuchilla de Haedo a lo largo de 350 kilómetros hasta su desembocadura en el Río Uruguay. Dependiendo de la época puede ser un río tranquilo o caudaloso. Pero sea la época que sea, sus manantiales de agua clara no dejan de ser la gran novedad.

Nunca había navegado en mi vida. Con esta experiencia puedo decir que ha sido todo un enriquecimiento. Mientras remaba me deslizaba sobre el agua a una velocidad que me permitía disfrutar del paisaje en su máximo esplendor.

Por momentos mi adrenalina aumentó. Se me dio vuelta el kayak en un punto y nadé contra corriente para recuperar mis cosas, ahí fue donde sentí más la aventura. Por suerte todo se dio bajo control y logre salir ileso de esa situación y volver viento en popa en total normalidad.

Para ser mi primera vez haciendo kayak fue impresionante. Desde hace varios años que quería vivir una experiencia de este estilo y lo conseguí. Además, que todos mis compañeros colaboraron conmigo y con el lugar haciendo turismo responsable, sin dejar ningún residuo en el suelo.

Siempre que visité el territorio sanducero, admiré el cuidado y la conciencia que desde siempre han adoptado sus lugareños. Son muy conscientes lo delicado que es este río y predican sus buenas costumbres con el ejemplo.

En Paysandú la gente es amorosa que hace que no te sientas diferente por no ser de ahí, todo lo contrario, te sientes uno más. Es un territorio que tiene esa magia especial de dejarte con ganas de volver, ya que hay muchas cosas por descubrir, sus monumentos, su historia, leyendas, todo contado y transmitido por personas que están orgullosas de su departamento, su pueblo y su cultura.

Mientras estaba transcurriendo la travesía, por momentos se me hacía un poco pesado llegar a la meta por la corriente, pero la misma gente en el trayecto me animó a que siga.

Para estas travesías es muy recomendable ver cómo está el clima para saber qué medidas hay que tomar, tener un equipamiento ligero y comida para las paradas de descanso.

Al final cuando llegas, guay, que cascada, todo lo que habías visto en fotos frente a tus ojos en vivo y en pie, su salto de agua, la belleza del lugar. Cuando te pones a pensar, no puede ser, estoy aquí, lo logré.

Me fui a dormir molido, no te acuerdas luego de nada pero te duermes y sientes que lograste algo que parecía imposible.

No pude explicar lo que sentí cuando volví a Montevideo. Me quedé con ganas de quedarme el mayor tiempo posible en la cascada. A todos nos pasó que tuvieron que pedirnos que dejáramos el lugar porque nadie se quería ir.

Volví con una energía increíble, un estado de ánimo que no se puede explicar, tratando de recordar cada momento vivido de esta aventura. Solo te queda dar una sonrisa y ver las fotos que sacaste.

Ya no hay excusa no ir al Queguay en tu próxima visita a Paysandú, te aseguro que te asombrarás tanto o más que yo!!!


Gracias a:



Comments


  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon
bottom of page