Rincones de Montevideo - Museo Nacional de Artes Visuales
- Pablo Gabriel
- 22 sept 2019
- 3 Min. de lectura
Antes de que la fotografía llegara, en épocas anteriores a las actuales, el único testimonio visual de las maravillas del mundo era representado por trazos de tinta y unas manchas de color en diferentes papeles.

Estas obras de arte tan antiguas siguen levantando admiración entre los viajeros, pero para otras personas habían quedado olvidadas entre paredes y libros.

Si bien los tiempos han cambiado, decidí visitar el Museo Nacional de Artes Visuales para revivir los pinceles, cuadernos, libros y acuarelas que hacían la esencia de esos tiempos remotos.

Este museo tiene aproximadamente 100 años desde su creación y es el museo de arte más importante del Uruguay.

Sin embargo, comenzó como un local primitivo el cual se guardaban piezas mayoritariamente extranjeras en un cantidad de 230 aproximadamente.

Comenzó a funcionar a la izquierda del Teatro Solís, pero al año siguiente se le asignó el local que actualmente ocupa en el Parque Rodo, que antes era un pabellón construido para la sede de una Exposición de Higiene.

En los años setenta al Museo se le impulso una reforma, vinculándose el nombre de Clorindo Testa, responsable de la última gran transformación; para posteriormente en los noventa, se unió Leandro Silva Delgado, paisajista uruguayo que hizo escuela en España, para la creación del jardín que se encuentra frente al edificio.

El impulso de las grandes exposiciones temporarias, desde la década de los setenta, ha logrado un inusual interés en el público de Montevideo, por el valor de los artistas que se presentaban como José Gurvich, Joaquín Torres García y Rafael barradas.

Su biblioteca cuenta con más de 8.000 volúmenes, como también cuenta con un Departamento de Vídeo, sala de actos y conferencias y depósitos apropiados con elementos técnicos de última generación.

Entre los grandes maestros que se encuentran del arte de la pintura, encontramos a Pedro Figari, Juan Manuel Blanes, Petrona Viera, entre otros; contando con un acervo de 6500 obras.

Pablo Picasso, Giacomo Bella y Jesús Rafael Soto son algunos artistas extranjeros que se exhiben en el Museo Nacional de Artes Visuales, como enriquecimiento de la nueva política de impulso de muestras temporarias.

El artista que más me impresionó del museo es el legendario Pablo Picasso. Este es uno de los mayores pintores del siglo XX que participaron en varios movimientos artísticos internacionales y de gran influencia en los grandes artistas de aquella época.

Picasso también abordo géneros como el grabado, la ilustración de libros, el dibujo, escenografía y vestuario, escultura y cerámica.

Entre sus pinturas se destaca El entierro de Casagemas, pintura que proviene del período azul entre 1901 y 1904, cuyo color domina la gama cromática de las pinturas, representando el suicidio de Carlos Casagemas, que influyó en sus pinturas con el color azul, representando el dolor y la tristeza.

Otra pintura que se destaca de Picasso es La Vida, pintada en 1903. Este cuadro fue el trabajo más importante de esos años y uno de los mayores y más complejos lienzos de su época azul.

En ese cuadro, Picasso varía la composición de las figuras por lo menos dos veces, haciendo referencia a un simbolismo inusualmente oscuro, que empezó siendo un autorretrato y acabó siendo una representación de su amigo Carlos Casagemas.

Entre los temas que resume este cuadro, encontramos el pesimismo nihilista, recrudecido bajo las dificultades materiales que sufre en la época, momento de formación en Barcelona.

Según Jaime Sabartés, amigo de Picasso, "El Arte es hijo de la Tristeza y del Dolor". Entre esa tristeza encontramos la soledad de los niños, la miseria de pobres, mendigos y ciegos.

Otra pintura a destacar de este gran artista es La belle Fernande. Esta fue pintada en París en 1904, en el barrio de Montmartre del Bateau-Lavoir.

En esta pintura se destaca la técnica del aguafuerte, técnica que aprendió de su amigo Ricardo Canals.

Picasso conoce a su primera compañera sentimental en 1904 llamada Fernande Olivier, de la mano de la mujer de Ricardo Canals, Benedetta. Hasta 1910 fue fuente de inspiración de Picasso por ser su primer amor con veintiún años.
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