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Una Aventurera caminata espectacular por el Cabo Polonio

Luego de tres horas de viaje en auto, de Montevideo hasta Rocha, llegue al Cabo Polonio.

Días antes al viaje había coordinado con Xperience Uruguay, pequeña agencia que promueve el turismo aventura, para visitar el Cabo y vivir esta gran experiencia.

Partí de Montevideo a las 11 am y llegué alrededor de las 16 horas a la terminal. Me dieron el boleto y me trasladaron hacia el parque, lugar donde iba a pasar el día mientras esperaba al momento de comenzar la aventura.


El viaje de la terminal hacia el parque duró poco más de 20 minutos. Me embarqué a caballo, con un calor y un sol radiante que rajaba las piedras.

El Cabo Polonio es un área protegida por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Esta asociación tiene el objetivo de preservar los recursos naturales de la zona. Además, la comunidad, tiene un buen plan de desarrollo eco-turístico con el fin de promover la conservación del lugar.


Todos sus pobladores son conscientes que más vale un ecosistema vivo y limpio, hace muchos años, de la mano del turismo, decidieron hacer un plan de conservación, desarrollo y puesta en valor.

En este lugar no hay luz eléctrica ni agua corriente. En lugar de calles hay senderos irregulares que vinculan las casitas rudimentarias y las pequeñas; siendo altamente seductor para los extranjeros.


Además de ser un lugar excelente para avistar lobitos, fauna general y es ideal para el Turismo Vivencial en este refugio de vida silvestre.

Durante más de 5 horas exploré todas sus playas, para luego cambiarme de ropa porque estaba empezando a refrescar y el momento se acercaba.


Que Empiece la Aventura


Luego de cambiarme de ropa de playa a una más deportiva y tomar un delicioso licuado de frutas para hidratarme, camino hacia la playa de la Calavera, punto de encuentro de los caminantes.

Mientras caminaba y esperaba a que partan los guías, el Cabo me regalaba un paisaje salido de un cuento de hadas. El sonido de sus lobos, la frescura de su agua y la suave brisa que recorría de mi cabeza hasta mis pies.

Podía sentir a sus turistas y habitantes relajados y contentos, como si fuese el paraíso que todos queremos estar. Sus lobitos felices de estar protegidos en su zona, sintiéndome sorprendido al saber que muchos uruguayos todavía no lo conocen.


Un poco más adelante, una manada de gaviotas volando cerca de mí, alzando su canto como si quisieran que me quedara ahí y no me moviera.

La melodía de su naturaleza fue mi fiel compañera durante toda mi estadía, observé el Cerro de la Buena Vista, niños felices jugando con la arena y al fútbol, practicantes de surf, aficionados del kayak, entre otras cosas.


Luego bajé para hacer una corta caminata por las rocas. Quedé fascinado con el sonido del agua golpearlas y las gaviotas que se posaban cerca mío como si quisieran que las fotografiara.

Caminé unos minutos hasta llegar al punto donde nos encontrábamos los caminantes, donde estaban los guías, con ansias de comenzar. La luna estaba a punto de salir. La sensación era increíble!!! Lo estaba disfrutando a mil!!!!

No todo el mundo conoce el Cabo, pero es un lugar único e impredecible. El cielo nunca se nubló, no había amenazas de lluvia. Me hice amigo de Aurel, compañero de aventuras y juntos partimos, caminando, por la arena, rumbo a Valizas. La luna estaba luminosa, entera y radiante, delante de nosotros como si estuviera posando como una modelo para ser permanentemente fotografiada.


La caminata de a poco comenzaba a intensificarse, la arena se estaba poniendo blanda y lo íbamos sintiendo en nuestros pies.

Llegamos muy cansados al Cerro de la Buena Vista. Luego de recorrer tres kilómetros, sobre la arena suave que era lo que hacía más difícil la caminata, merecíamos una parada para descansar.

Mientras descansábamos escuchábamos el sonido del mar y mirábamos la luna lucirse entre las nubes.

Luego de tomarnos el descanso, decidimos continuar dejándonos llevar por el viento, el sonido del mar y la luna.


Llegando a Valizas


La caminata al final no fue tan cansadora, pero fue inolvidable. Disfrutamos el mar, la luna, sus médanos, sus playas y sus lobitos.


Me encantó el Cabo Polonio, una gran iniciativa de la comunidad por preservar y cuidar nuestro patrimonio natural de la mano de un proyecto eco-turístico sostenible; un mágico lugar que no debes dejar de recorrer cuando visites Rocha.

Como llegar al Cabo Polonio:


Desde Montevideo:


Tomar un bus desde Tres Cruces - Cabo Polonio (4 horas - 600 pesos x persona)

Si vas en auto puedes agarrar la ruta interbalnearia y posteriormente la ruta 9 que te lleva para Rocha, para luego cambiar a la 10 que es la ruta del cabo (tienes que pasar por tres peajes de 100 pesos cada uno por vehículo)







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